lunes, 29 de octubre de 2012

Los Noruegos se decantan por los productos ¨Gourmet¨


Cada vez más noruegos se decantan por la gastronomía “gourmet”
30/08/2012
Fuente: Aftenposten 
Cada vez más noruegos se decantan por la gastronomía “gourmet”
El consumo de productos gourmet está ha experimentado un notable crecimiento en Noruega durante los últimos meses. Los noruegos empiezan a demandar vinos de alta gama, jamón y embutido de calidad, entre otra serie de productos de alta gama. Cabe destacar los vinos espumosos, como el cava y los rosados, que han crecido casi un 100% en tan sólo un año y su consumo se ha cuadriplicado desde 2005.
Este cambio en las tendencias de alimentación de los noruegos se debe, sobre todo, al progresivo incremento del poder adquisitivo de la población. Poco a poco, el interés por una gastronomía de calidad aumenta y los restaurantes y tiendas que venden este tipo de alimentos, ven como sus ventas crecen exponencialmente. “Antes solo vendíamos jamón serrano italiano en pequeños packs, ahora ofrecemos una amplia gama de tipos y paquetes”, dice el importador de productos gourmet noruego Oluf Lorentzen AS.
El monopolio noruego de venta de alcohol, Vinmonopolet, también es consciente de esta nueva moda y está ampliando su oferta de vinos de calidad, la mayoría importados. Además, se interesan por los productos y es frecuente que los representantes de la empresa estatal visiten las bodegas donde se produce el vino que luego compran a los importadores.


ASIA, ¿ Fabrica o Centro Comercial?


El verbo “emerger”, según la Real Academia Española, significa “brotar, salir a la superficie del agua u otro líquido”. Se permite su uso en sentido figurado para describir el nacimiento o principio de algo. Con todo el desgaste que soporta una expresión usada hasta la saciedad en todo tipo de contextos -desde ensayos científicos hasta el habla popular-, “país emergente” viene a sugerir la aparición desde la nada -desde debajo del agua- de un territorio que se incorpora a la rueda de la economía de mercado con un rol protagonista, visible, instrumental.


Sin embargo, siendo estrictos, un país como China no está “emergiendo”, sino que, más bien, se está recuperando. Según algunos historiadores, en 1833 China acumulaba el 33% del PIB mundial. En 1950, pasó a suponer el 4%. Precisamente, esa década de los cincuenta -con esa idealización de la sociedad suburbana estadounidense plasmada en tantas películas- se suele señalar como el origen de lo que llamamos consumismo. Surgía un nuevo modelo. Así, la propia noción de “consumidor” nació con pasaporte de país occidental. Quizá por eso, el verbo “emerger” sí que sea aplicable con más rigor a la expresión “consumidor asiático”. Pero, ¿quién es el consumidor asiático? Empresas de todo el mundo y de todos los sectores se dirigen a él, buscan su aprobación, su fidelidad y, por supuesto, su dinero. ¿Por qué?

En 1995, los mercados de China y la India equivalían al 36% del consumo de Estados Unidos en términos de paridad de poder adquisitivo. En 2010, ya representaban el 67%. “El consumo por habitante en Asia continúa estando por debajo de los niveles de las economías más desarrolladas del mundo. No obstante, parece evidente que la senda de convergencia va a continuar en el futuro, pudiendo incluso acelerarse, en función de la intensidad con que la crisis internacional afecte a las distintas regiones del planeta. Si multiplicamos el gap per cápita entre las economías más desarrolladas del mundo y Asia, por el tamaño de la población asiática, el resultado es un mercado de un tamaño varias veces superior al de Europa”, señala Javier Sanz, consejero económico y comercial de España en Hong Kong.

La cesta de la compra está cambiando en todo el continente. En Corea del Sur, hace 40 años el gasto en alimentación llegaba al 39% del total del consumo privado. En 2010, apenas alcanza el 15%. La evolución reciente de la India y de China apunta en esta dirección, como señala el informe “Can Asian consumers replace the West?”, publicado en 2011 por el Deutsche Bank. 
Hay innumerables narraciones sobre cómo las políticas económicas de los países asiáticos han generado un crecimiento sin precedentes en la región. En todas ellas, aparece como elemento común una consecuencia que, no por lógica y prevista, es menos importante: el ascenso de la clase media. Una clase media con “pasaporte” de consumidor (tal y como lo entendemos en Occidente, habría que añadir). Según el estudio de la OCDE The emerging middle class in developing countries, en número total de ciudadanos, los asiáticos conforman el 28% de la clase media mundial. La proyección para 2020 estima que alcanzarán las dos terceras partes del total. Desde Singapur, observatorio privilegiado para analizar este proceso, el consejero económico y comercial de la Embajada de España en esta ciudad-Estado, Juan María Portillo, expone su visión, centrada en Asia oriental pero trasladable a toda la región: “Se puede observar el fenómeno de un consumo creciente no solo de productos básicos sino de los que corresponden a niveles de renta superiores: coches de alta gama, perfumería, confección y complementos de moda. Podríamos decir que hoy los consumidores asiáticos están comenzando a tomar el relevo de los ‘ricos’ consumidores europeos y norteamericanos”.

 Este mismo estudio, ya desde su título, relaciona Asia con Occidente en términos de sustitución, de traslado del centro de gravedad mundial. Un fenómeno que se saluda con entusiasmo, ya que permitiría a empresas occidentales no solo sobrevivir a los tiempos difíciles en el hogar sino, además, adentrarse en territorios vírgenes rebosantes de beneficios. Como se verá más adelante, sin ser una visión del todo incierta no es, desde luego, tarea fácil. Aún así, ¿por qué ese optimismo?
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El peso de los números
Según la mayoría de analistas, la evolución demográfica en el continente proyecta un futuro en el que el aumento del consumo privado será crónico y, prácticamente, inevitable. De acuerdo con un estudio de la consultora Boston Consulting Group (BCG) -"The tiger roars. Capturing India’s explosive growth in consumer spending” -, dicho consumo en la India se expandirá 3,6 veces entre 2010 y 2020. Una cifra imponente, dado que en la India, al contrario que en China, sí que el consumo interno ya supone un pedazo importante del PIB -en torno al 57%-. La clave está en su población joven. “En 2020, la pirámide de población mantendrá forma de campana. Diez años más tarde, la forma se consolidará. A partir de 2020, la tasa de natalidad se estabiliza e, incluso, en 2030, se puede observar una reducción de los tramos de edad entre cero y cinco años. A medida que el tiempo pase, las mejoras en las condiciones sanitarias y el crecimiento económico provocarán un engrosamiento de la población menor de 30 años, uno de los grupos de consumidores más propenso al gasto”, explica Elena Febrel, consejera económica y comercial de España en Bombay.

El informe de BCG se apresura a poner nombre a este grupo de consumidores: la “Gen I”, la generación de la letra “I”, porque la “I” es la inicial de la India, la independencia y el individuo. Al margen de la extraña y entusiasta combinación de valores nacionalistas y neoliberales que sugiere tal fórmula, sí que apunta a un cambio en la forma de consumir, un traslado hacia un consumo más centrado en decisiones individuales. Sin embargo, hay que acercarse con cautela a este fenómeno, muy ceñido a zonas urbanas y que, de ningún modo, supone clonar punto por punto el modelo de consumo europeo. En palabras de Teresa Solbes, consejera económica y comercial de la Embajada de España en Nueva Delhi, “en la India no existe un patrón de consumo similar al occidental sino que hay adaptarse al gusto y a las necesidades de los consumidores locales. Así, aunque los patrones de consumo están cambiando, factores como la organización social, con el sistema de castas, y la familiar, con la existencia de ‘familias unidas’ y ‘matrimonios concertados’, deben ser tenidos en cuenta, pues las decisiones de compra final todavía recaen en gran parte en los miembros más mayores de la familia”.   

Según apunta la consultora McKinsey & Company en el informe “India’s urban awakening: building inclusive cities, sustaining economic growth”, durante los próximos 20 años, el 70% de los nuevos trabajos en la India se creará en las ciudades, con un creciente protagonismo de los núcleos de población medios. Presumiblemente, se darán formas de consumo híbridas donde se entremezclen formas tradicionales de consumo con otras radicalmente nuevas.

De lo previsible a lo imprevisible
El factor demográfico y el urbano también se suelen señalar como elementos clave en la evolución del consumo en China. “Las previsiones demográficas perfilan una población urbana compuesta mayoritariamente por personas con menos de 40 años, que solo han vivido en época de intenso crecimiento y que tienen una propensión al consumo muy superior a la de sus padres. Es un camino similar al recorrido por otros países asiáticos más desarrollados, como Japón o Corea del Sur, pero los grandes números de China hacen que su efecto global sea mucho más notorio”, apunta Carlos Pascual, consejero jefe de la Ofecomes en Shanghái. No obstante, según el citado informe del Deutsche Bank, al contrario que en la India, las políticas de control de la natalidad provocarán que la población china comience a envejecer en un plazo de tiempo no muy largo. Como demuestra la experiencia occidental, los abuelos no consumen tanto como sus nietos, lo cual puede ser un freno para que China desarrolle todo su potencial.

De hecho, a simple vista, que el consumo privado suponga apenas un 35% del PIB chino podría indicar, todavía, una reticencia bastante generalizada hacia el consumo masivo. Sin embargo, para Javier Serra, consejero económico y comercial jefe de la Embajada de España en Pekín, se trata de una cifra engañosa. “Lo que ocurre es que el consumo real privado per cápita, en realidad, está creciendo a un ritmo muy elevado, y acelerándose, desde un 7% anual en los años noventa, hasta más de un 10% anual en la actualidad. Es posible que el consumo real per cápita en China tenga ahora mismo un crecimiento sostenido más rápido que en ningún otro país en la historia. Si ha bajado en porcentaje del PIB es porque la inversión ha venido creciendo, originando tasas de crecimiento global de la economía que en los últimos años han estado en dos dígitos”.

En China, ya se dan los primeros pasos hacia una economía menos impulsada por las exportaciones y más enfocada hacia el consumo interno. Esto implica, ante todo, un crecimiento de los salarios generalizado en todo tipo de estratos laborales. Un estudio de Credit Suisse -“Emerging Consumer Survey 2011”- indica que las 31 regiones y provincias chinas elevaron durante 2011 el salario mínimo por segundo año consecutivo. Al igual que en la India, una clase media comienza a extenderse por todo el país, no solo en las grandes metrópolis, dispuesta, cómo no, a consumir. Aquí, tampoco se importa el modelo occidental de una manera literal: “Estos consumidores tienen, en muchos aspectos, un perfil muy distinto a los de los mercados más maduros. Para empezar, son mucho más jóvenes -con un cierto elemento de ‘capricho’ en sus decisiones de compra, o, como se dice en la jerga, con preferencia por design over function-. De hecho, en China el comprador medio de un vehículo nuevo tiene unos 20 años menos que en Estados Unidos. Y también el perfil por sexos es diferente: el porcentaje, por ejemplo, de botellas de whisky o de autos deportivos comprados por mujeres es mucho más elevado que en otros mercados y, por el contrario, la marroquinería o los cosméticos se dirigen también a consumidores masculinos”, afirma Javier Serra desde Pekín.

Las aperturas a bombo y platillo de tiendas y showrooms de grandes marcas mundiales que todos conocemos en las grandes avenidas iluminadas con neón de Shanghái pueden hacer pensar que los ciudadanos chinos se dejan seducir y se apasionan -ingenuamente, dirían algunos- por el glamour de lo occidental. No se puede caer fácilmente en el simplismo. El autor Mike Bastin, en un artículo para la Cámara de Comercio Británica en China -Why the Chinese is more complex than you think?”-, califica de “existenciales” a una creciente categoría de consumidores chinos, ya que empiezan a buscar en las marcas un modo de recompensarse a sí mismos, de manera privada, en vez de realizar una ostentación pública para elevar su estatus. Asimismo, incluso sectores de consumidores más jóvenes sienten una nostalgia patriótica por lo no vivido -en este caso, la China tradicional y su pasado histórico- y tienden a preferir marcas chinas antes que extranjeras, especialmente si alcanzan cotas de calidad comparables.

Por lo tanto, se puede aventurar que el consumidor chino, al igual que el indio, no será una fotocopia de su equivalente socioeconómico occidental sino que dará paso a una forma híbrida, fragmentaria y creativa. Lo mismo se puede decir del Sudeste Asiático. Como integrantes de culturas en plena ebullición, los ciudadanos asiáticos no tienen ningún reparo en filtrar, deconstruir y recrear un modelo que, como cualquier otro, es maleable. Una flexibilidad capaz de generar formas de consumo que requerirán de las empresas extranjeras una atención y sensibilidad especial para detectarlas y afrontarlas con éxito.
JAVIER FERNÁNDEZ a traves de EL EXPORTADOR






La distribución de Moda en España


Radiografía de la distribución de moda en España

La distribución de confección se redibuja en el mercado español. Las cadenas especialistas ganan terreno progresivamente y han pasado de representar el 54% del negocio total en 2009 al 58% en el último año. Se trata del único formato que crece en España, mientras detallistas independientes y grandes almacenes e hipermercados reducen sus ventas desde 2009.
El mercado de la distribución de confección en España
A cierre de 2011 existían en España un total de 60.248 establecimientos dedicados a la distribución de confección, según datos de DBK. En sólo un año, desaparecieron un total de 650 puntos de venta de este segmento, ya que en 2010 la cifra total ascendía a 60.898 comercios.

El volumen de negocio total del sector se ha mantenido estable, con un tímido avance del 0,6% en los últimos tres años. En 2009, la distribución de confección movía 15.300 millones de euros en el mercado español, frente a los 15.350 millones de euros 2010 y los 15.390 millones de euros de 2011.

El leve crecimiento de la facturación del mercado mientras desaparecen puntos de venta a pasos agigantados se explica por la reordenación de las cuotas de mercado por canales. Mientras grandes almacenes e hipermercados y distribuidores independientes decrecen en los últimos tres años, las cadenas especializadas están en crecimiento, y sólo vieron afectado su negocio en 2009, con un descenso del 2,6%.

Los establecimientos de menor volumen (los detallistas independientes) han pasado de representar el 15% del negocio total en 2009, al 12,6% en 2011. En 2009, el comercio independiente de confección sumaba un negocio total de 2.320 millones de euros, una cifra que, dos años más tarde, se sitúa en 1.940 millones de euros. Este canal encadena más de tres años continuados de descenso de las ventas, con la consiguiente pérdida de peso sobre el total de las ventas.

Grandes almacenes, hipermercados y supermercados aguantan mejor el tipo, si bien sus ventas también se han reducido. En 2009 aportaban 4.700 millones de euros al conjunto del sector, una cifra que en 2010 pasó a 4.600 millones de euros y que en 2011 descendió hasta 4.530 millones de euros. Así, este canal ha pasado de copar el 31% del negocio total al 29%.

El movimiento de la balanza hacia las cadenas especializadas queda patente también en la concentración del sector. Las cinco primeras empresas del sector copan ya el 57,2% de las ventas.

sábado, 27 de octubre de 2012

EXPORTAR . LA SALVACIÓN DE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS



La salvación de las empresas españolas está... fuera de España

Con el consumo interno paralizado, las empresas españolas están encontrando en las exportaciones su principal salvavidas para atenuar el zarpazo de la crisis. Las cifras de comercio exterior se han disparado en los años de crisis, pero, incluso ahora que el crecimiento empieza a atenuarse, las compañías que más exportan salvan mejor sus datos de facturación y destruyen menos empleo.
A muchas empresas españolas el mercado español se les ha quedado pequeño. Con la economía nacional en su segunda recesión en tres años y sin visos de recuperación al menos hasta 2014, cada vez más compañías se vuelcan en internacionalizar su negocio como vía para escapar de la crisis, o al menos para paliar sus efectos.
Son (re)conocidos los casos de éxito de la internacionalización de casi todos los gigantes del Ibex, de las grandes empresas de infraestructuras dominando el ranking mundial, de las energéticas y los bancos desembarcando en Latinoamérica... Pero las historias de conquista de los mercados exteriores se cuentan por decenas de miles entre el empresariado español... y subiendo. Y es que la crisis ha empujado a más de 25.000 compañías españolas a internacionalizar su actividad en los últimos cinco años. España cuenta ahora con 123.000 empresas con actividad exportadora, frente a las apenas 97.400 que vendían fuera de nuestras fronteras en 2007, según el Observatorio de la Empresa Multinacional Española de ESADE.

Con la demanda interna casi paralizada, las empresas españolas buscan mercados más dinámicos en los que el consumo y la actividad económica aún resisten o ya han empezado a crecer. Las exportaciones españoles se dispararon hasta casi los 214.500 millones de euros el año pasado, un 15% más que en 2010 y todo un 34% por encima de la cota de 2009 [ver gráfico]. Mientras que las ventas en el exterior durante los años en que se sacaba pecho del milagro español crecían a un ritmo anual del 5,4% (de 2000 a 2007), durante la crisis las tasas se han disparado (con la excepción del bache de 2009, en que cayeron un 15%).
Más apertura, menos crisis
Una evolución que no solo está sirviendo para enjugar el déficit exterior (incluso algunos expertos apuntan ya como posibilidad real alcanzar un equilibrio sostenible de la balanza por cuenta corriente a partir del próximo año), sino que está teniendo efectos palpables en las cuentas de las empresas, también ahora que en lo que va de 2012 el ritmo de crecimiento de las exportaciones empieza a contenerse (entre enero y junio rozaron los 110.000 millones, con un incremento del 3,4%, más modesto que en años anteriores).
2012 está siendo dramático para nuestro tejido empresarial. Las compañías españolas hundieron un 76% sus beneficios en el primer semestre y seis de cada diez han destruido empleo en lo que va de año. Los datos empeoran, y mucho, en relación a los ejercicios anteriores. Pero a algunas empresas les va algo mejor que a otras (o al menos no tan mal). Y esas compañías a las que la crisis les resulta relativamente menos severa es precisamente a las que mayor presencia tienen en el exterior. Según un reciente estudio del Banco de España, las empresas españolas que más exportan han presentado en los últimos años mejores comportamientos de sus ventas y del empleo.


"Las empresas con mayor orientación exportadora han experimentado durante los últimos años un mejor comportamiento en cuanto a su actividad y resultados en comparación con las compañías para las que el grupos de sus ingresos procede de las ventas interiores", se apunta en el informe del Banco de España. "Las ventas exteriores ha contribuido durante los últimos años a frenar la caída de la actividad de las empresas en España, aunque no todas se han beneficiado por igual".
Las compañías más volcadas en su negocio exterior aumentaron sus ventas totales en los dos últimos años (casi un 5% en 2010 y un 2,5% en 2011), mientras que el resto estancaban la facturación, y este ejercicio están recortando la cifra de negocio menos que las demás (con una caída del 2,5% frente a casi un 4%). Las diferencias se repiten en el caso del empleo: las empresas con menor actividad exportadora han estado recortando plantilla en los tres últimos años de forma mucho más intensa que las más internacionalizadas, sobre todo en el primer semestre de 2012 [ver gráfico].
Potencial de crecimiento
Muchas empresas buscan fuera el mercado que hoy por hoy no encuentran dentro, pero una de las claves para saber en qué medida España ha aprovechado la crisis para renovar su estructura económica será la evolución de las exportaciones una vez se superen los malos tiempos. "El futuro del bienestar económico de España depende en parte de mantener el empuje de sus exportaciones cuando la economía vuelva a crecer en 2014", apunta William Chislett, analista del Real Instituto Elcano. "Lograrlo sería un indicador excelente de la salud de su economía".
A la espera de que ver si se consigue, lo que parece claro es que el tejido empresarial español tiene potencial de mejora de su actividad exportadora. Las 123.000 empresas que ya tienen presencia internacional representan, incluso después del fuerte incremento en el último lustro, solo en torno a un 4% de los tres millones de compañías españolas. Solo un 4%. La apertura de la empresa española al mundo aún tiene mucho recorrido.
"En un entorno como el actual, en el que el crecimiento del gasto interno se ve limitado por los ajustes, es necesario que la recuperación se apoye en la exportación, aprovechando al máximo las oportunidades de negocio en otros mercados más dinámicos", explica Marga Noguer, del Área de Estudios y Análisis Económico de La Caixa. "Y si bien desde el ámbito institucional pueden emprenderse iniciativas que promuevan dicha internacionalización, su verdadero motor de impulso está en la propia empresa y en sus directivos. A corto plazo el motor de la recuperación española también está en sus manos... y difícilmente podría estar en unas mejores".
(Articulo publicado en Expansión)

sábado, 20 de octubre de 2012

GOTA A GOTA. PASO A PASO


La constancia es la base del éxito. Asi como contar con un buen equipo.



5 puntos para triunfar .


Sir Richard Branson, el carismático propietario de Virgin Group, una empresa de éxito, nos da algunos consejos para los negocios. Empezó en la distribución de discos y ahora hasta tiene ofertas de viaje al Espacio. Estos son cinco consejos del británico para triunfar.

1- Disfruta de lo que haces.


El mundo de los negocios requiere muchísima dedicación, muchos esfuerzos y mucho tiempo. Mejor entonces que disfrutemos con lo que estamos haciendo. El emprendedor, como el artista, tiene que ser perfectionista con los detalles y para ello, ayuda mucho que nos guste nuestra actividad.

2- Crea un producto excepcional.


En el mundo moderno, es muy dificil sobrevivir con una marca o un producto nuevo. Existe mucha competencia y la única forma de conseguir algo es ofreciendo un producto que aporta algo totalmente novedoso. Y como el mundo no para de cambiar, es necesario adaptarse continuamente.

3- Haz que tus empleados esten orgullosos de la empresa.


La plantilla de una empresa es su principal activo. Que los empleados esten felices de trabajar en tu empresa, que vengan a trabajar con una sonrisa y esten orgullosos de la empresa representará una ventaja muy significativa a largo plazo.

4- Estate pendiente de tus colaboradores.


Recuerda que no eres el único con buenas ideas, y manten un dialogo constante con tus empleados. Felicita y recompensa a los trabajadores cuando lo hacen bien y no te fijes en lo negativo. La mayoría de las personas ya saben cuando han hecho algo mal, y un buen jefe no pierde la paciencia ni critica a las personas en público.
Antes de despedir a alguien, dale una segunda oportunidad mirando si no hay otro puesto que convendría mejor a sus aptitudes.

5- No te escondas.


Un buen empresario no vive escondido detrás de su escritorio. Sal a la calle, habla con clientes, proveedores, empleados y apunta todas las ideas interesantes de esos intercambios. Busca directivos que comparten tu forma de ver las cosas, así podrás trabajar en un buen ambiente y evitarás conflictos.
Y si te cuesta arrancar, recuerda que el inicio de cualquier cosa en la vida es complicado. Ten paciencia y perservera.

miércoles, 10 de octubre de 2012

domingo, 7 de octubre de 2012


Expertos en Comercio Exterior y Marketing On-line Internacional.


Con la llegada de las Redes Sociales las estrategias de internacionalización han encontrado una herramienta interesante, que por lo mismo le ha valido el nombre de web 2.0.
Internet para las Pymes es un recurso de vital importancia que debe tomarse como parte de la estrategia de internacionalización y no como una herramienta más de la empresa. Las redes sociales ofrecen una oportunidad para estar presente en cualquier lugar del planeta y reforzar la imagen de la marca. Tengamos en cuenta estas tres premisas:

1.   Las relaciones entre las personas se están modificando de una u otra forma por el uso de las redes sociales.

2.   Las personas son las que construyen las redes sociales y también son parte de las empresas.

3.   Las personas que se incorporen al mercado laboral en los próximos años serán nativos digitales.
Sin embargo, se debe saber elegir la herramienta más adecuada de acuerdo con el país de destino. No basta con traducir nuestra actual pagina web. Al igual que en un proceso de internacionalización tradicional (off-line), un estudio del mercado objetivo y la definición de una estrategia a seguir es fundamental para no equivocarnos, y no tirar el dinero inútilmente sin obtener los resultados deseados. Una vez desarrollada la estrategia y hemos optimizado nuestro sitio web para el mercado internacional, es el momento de aplicar las estrategias necesarias para un buen posicionamiento SEO. No debes olvidar que en toda estrategia de social media tenemos que hacernos estas tres preguntas.

¿Para qué lo necesito? à Desarrolla una Estrategia

¿Quién lo debe usar? à Empieza desde dentro y busca aliados

¿Cómo lo tengo que usar? à Formación, formación y formación


En bq somos conscientes que la unión de las dos técnicas de internacionalización y marketing mix  adecuado, aumentan las posibilidades de éxito en los mercados exteriores.
Por ello bq Consultants y CreaCommunity, unen sus fuerzas para ofrecer un pack total de servicios para la Internacionalización 

sábado, 6 de octubre de 2012

UN SERVICIO MAS COMPLETO


Expertos en Comercio Exterior y Marketing On-line Internacional.


Con la llegada de las Redes Sociales las estrategias de internacionalización han encontrado una herramienta interesante, que por lo mismo le ha valido el nombre de web 2.0.
Internet para las Pymes es un recurso de vital importancia que debe tomarse como parte de la estrategia de internacionalización y no como una herramienta más de la empresa. Las redes sociales ofrecen una oportunidad para estar presente en cualquier lugar del planeta y reforzar la imagen de la marca. Tengamos en cuenta estas tres premisas:

1.   Las relaciones entre las personas se están modificando de una u otra forma por el uso de las redes sociales.

2.   Las personas son las que construyen las redes sociales y también son parte de las empresas.

3.   Las personas que se incorporen al mercado laboral en los próximos años serán nativos digitales.
Sin embargo, se debe saber elegir la herramienta más adecuada de acuerdo con el país de destino. No basta con traducir nuestra actual pagina web. Al igual que en un proceso de internacionalización tradicional (off-line), un estudio del mercado objetivo y la definición de una estrategia a seguir es fundamental para no equivocarnos, y no tirar el dinero inútilmente sin obtener los resultados deseados. Una vez desarrollada la estrategia y hemos optimizado nuestro sitio web para el mercado internacional, es el momento de aplicar las estrategias necesarias para un buen posicionamiento SEO. No debes olvidar que en toda estrategia de social media tenemos que hacernos estas tres preguntas.

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