martes, 15 de enero de 2013

Europa pierde su hegemonía


La zona euro, el tradicional refugio de los exportadores españoles para esquivar las diferentes crisis en Asia o Latinoamérica, se ha convertido en una ratonera de difícil escapatoria. Pese a los esfuerzos del Ejecutivo a través de planes promocionales para impulsar las ventas a los emergentes y de las empresas para buscar mercados alternativos, la estadística apenas presenta cambios desde que se inició la crisis.
En 2008, la zona euro recibía el 60% de las ventas; cuatro años después ese porcentaje ha descendido tan solo al 49%. La dependencia española es especialmente apreciable con cuatro países (Francia, Alemania, Italia y Portugal), que adquieren el 33% de las exportaciones. Todas han experimentado un profundo ajuste en los últimos trimestres que se ha traducido en un fuerte deterioro económico. Portugal, intervenida por la Troika, está sumida en una profunda recesión, de la que va a tardar bastantes años en salir, mientras que los organismos internacionales vaticinan que Italia no volverá a crecer hasta 2014. Francia, el principal cliente español (con un 16,5% de las exportaciones) ha encadenado este año tres trimestres sin crecimiento y el último lo cerrará en tasas negativas, lo que llevará a iniciar 2013 en recesión, según avanzó el Banco de Francia. De ese deterioro generalizado tan solo se libra Alemania, que será la única gran nación de la zona euro que logrará crecer en mitad de la tormenta perfecta generada por el elevado endeudamiento y la reducción obligatoria de gastos recetada desde las instancias comunitarias.
El tirón de la locomotora europea no ha servido para amortiguar la caída de las exportaciones españolas a la zona euro, que iniciaron un leve descenso en agosto (-0,1% en tasa anual) y se desplomaron en septiembre (un 6,9%). El frenazo del tercer trimestre ha emborronado los progresos logrados en los dos primeros de este año y ha provocado que la cuota exportadora, que mide el peso de las ventas al exterior de España en relación a los intercambios mundiales, haya descendido hasta el 1,59% del total entre enero y septiembre, según las estadísticas que elabora la Organización Mundial de Comercio. Se trata del mínimo de la serie histórica y es una muestra de los cambios que se están produciendo en el poder económico y comercial en el mundo.
Los esfuerzos de las empresas españolas para ganar competitividad a través de menores precios y márgenes les ha permitido recuperar este año el volumen de exportaciones registrado en 2008, fecha en la que se inició la crisis, con unas exportaciones que se elevaron a 165.000 millones de euros entre enero y septiembre. Sin embargo, la cuota exportadora, lejos de mantenerse, ha retrocedido un 10,7% en ese período.
¿Cuáles han sido las razones? La principal es el empuje experimentado por los países emergentes desde que estalló la crisis financiera mundial, gracias en gran medida a su escasa dependencia comercial con la UE y al mercado que han tejido entre las naciones en vías de desarrollo, en especial en Asia. Un dato que avala esta tesis es el sorpasso experimentado por los países asiáticos frente a los europeos, ya que entre junio y septiembre les han superado por primera vez en la historia como los más vendedores del mundo. En ese período, las exportaciones de los países de la zona euro se han elevado a 1,16 billones de euros, mientras que los de los asiáticos han sido de 1,17 billones.

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